Profesor Miguel Pacheco C.: Carta de un Amigo

lunes, 14 de enero de 2008

Carta de un Amigo

Cómo estás, solamente te envió esta carta para contarte lo mucho que te amo y pienso en ti. Ayer te vi mientras hablabas con tus amigos y esperé todo el día deseoso de que también lo hicieras conmigo. Al llegar el atardecer te ofrecí una puesta de sol para cerrar tu día y una brisa suave para que descansaras y... esperé; nunca llegaste. Sí, me dolió pero todavía te amo. te vi dormir y deseaba tocar tus sienes. Y derramé la luz de la luna sobre tu almohada y tu rostro; nuevamente esperé deseando llegaras rápidamente para poder hablarte. Tengo tantos regalos para ti. Despertaste tarde y rápido te fuiste al trabajo. Mis lágrimas estaban en la lluvia que caía.

Hoy te ves muy triste...si tan sólo me escucharas. Te amo, te amo, trato de decírtelo en el cielo azul y en la tranquilidad de la hierba verde... lo susurro en las hojas de los árboles, en los arroyos de las montañas y lo expreso en los cantos de amor de los pájaros. Te cobijo en el tibio sol y perfumo el aire con olorosas esencias naturales.

Mi amor es más profundo que los mares y más grande que los deseos que en tu mente anidan. Oh, si tú supieras cuanto anhelo caminar y hablar contigo. Podemos vivir juntos siempre aquí en la tierra y todo el universo si así lo quieres tú... yo sé que te han dicho que la vida es difícil, pero si sabes ser mi amigo jamás tendrás dificultad, además mi Padre, que es tuyo también, te ama mucho y me ha pedido que te proteja. Yo te amo como él y sólo espero que me pidas que te acompañe, te guíe y te aconseje.

Llámame, búscame, cuenta conmigo, tengo miles de maravillas que ofrecerte. Deseo que veas esta vida como es: un juego permanente y lleno de aventuras en verdad interesantes. ¿Podrías hablarme hoy?

Tu amigo Jesucristo.


Hablar de Jesucristo para mi es todo, ya que desde que reconocí que necesitaba de él y comprendí que era el único camino para alcanzar la salvación, mi vida en todas las áreas comenzó a sufrir grandes transformaciones, no excepto de dificultades y dudas, pero desde mi necesidad siempre le he pedido al Señor que me haga consciente, tanto en las victorias como en las derrotas, de que Dios Padre envió a su Hijo Jesucristo para el perdón de nuestros (mis) pecados y nunca olvide este gran sacrificio. Día a día trato de ser un agradecido de Dios, cada mañana doy gracias por poder levantarme, respirar, compartir con mi familia, caminar, hablar, pensar y trabajar en el colegio, entre otros aspectos. En forma sencilla quiero contar la forma y el momento de que Dios me acepto en su reino. Era finales de Julio del 2004 y yo trabajaba como profesor y estudiaba teatro en la Universidad, junto a mi curso (tercer año) representábamos la obra "Woyzeck" en la ex cárcel de Valparaíso, me tocaba actuar como personaje principal, donde caracterizaba a un pobre hombre, que siempre andaba de prisa, siempre corría jadeante y acucioso, personaje que termina transformándose en un asesino y suicidándose. Todo hasta ahí parecía perfecto o por lo menos normal, pero a pesar de estar estudiando una carrera que era mi gran sueño y que incluso era más importante que cualquier cosa, incluyendo mi familia, seguía teniendo una necesidad interior, que se acentuaba físicamente en mi pecho, la verdad existía ciertas similitudes con el personaje que en ese momento representaba, claro todo parecía terminar al igual que Woyzeck, hasta que mi interior comienza a clamar. Al final de una de las presentaciones, cuando este personaje se acababa de suicidar en un lago, y estando fuera del escenario, caigo arrodillado y le pido perdón a Dios por mis pecados, por haberlo negado, por haber buscado donde no debía y le suplique que me perdonase y me permitiera ser su hijo para siempre. Mientras tanto, se escucha una gran ovación del público y salgo con el resto de los actores a saludar, en bambalinas, nos abrazamos y gritamos, por la obra, yo lloraba, seguramente mis compañeros creyeron que era la emoción por la obra, pero era más que eso, el Señor me había perdonado y aceptado como su hijo y yo reconocía en el a mi Padre amado.


Pero esto no termina ahí, el Señor siguió tratando mi vida, hasta ahora y amén que así sea, lo que significo que más tarde me retire de la carrera, la verdad no muy convencido, pero el Señor a través de distintas formas me confirmo que era la mejor decisión para que siguiese creciendo como cristiano, hoy, logro entender que no es que un cristiano no pueda estudiar teatro, la pregunta era ¿En qué me iba a edificar seguir en esa carrera? la verdad, en nada. Hoy, no estudio teatro y no se si terminare de estudiar, pero el Señor me bendice y estoy haciendo clases en la base apostólica de una Iglesia Cristiana en Viña del Mar. Además realizo clases en el colegio donde trabajo, donde aparte de enseñar técnicas de actuación, mi motivación es entregar valores cristianos y compartir que Dios no es una religión o una justificación de algo, sino verdad, algo que espero que algún día, mas pronto que tarde, también puedas reconocer y abrir esa puerta que se habla en la Biblia, "he aquí yo estoy a la puerta y llamo, el que la abre, entraré a él, cenaré con él y él conmigo” (paráfrasis). No olvides jamás que no eres el resultado del azar o algo así, sino que existe un Dios Todo Poderoso que te creo y que te ama y que espera pacientemente que lo busques y te arrepientas de tus pecados. Nunca olvides que Jesucristo es el verdadero camino.

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